Voy leyéndome el Decamerón con la wikipedia a mano, y cuando aparece un personaje de Treviso, busco dónde está esa población y cómo era el lugar y hago un feliz hallazgo: la Fontana delle tette.
Esto es lo que queda hoy de ella, fue construida en 1559, estaba en un palacio y durante tres días al año las autoridades locales proveían para que este ingenio del cual la Venus es solo la parte visible vertiera vino tinto por un pezón y vino blanco por el otro. En esos tres días los vecinos de Treviso podían entrar donde estaba la fuente y mamar vino sin medida.
Es el desmadre institucionalizado, estilizado y acotado a tres días, que es la medida correcta para que la gente pierda los papeles y pasen cosas de las que no se pueden hablar después, una de esas bacanales que las sabías autoridades venecianas sabían que para mantener el orden solo se pueden hacer –pero se deben hacer–una vez al año.
Blog de Jacobo Bergareche 