Frente al Museo de Ciencias Naturales de Madrid han erigido con nocturnidad y alevosí una estatua de un legionario avanzando con ademán de acometividad y hiriendo al aire con su bayoneta. El pedestal está envuelto con una lona verde desde hace unos días, que le da un aire especialmente bélico, de material de acampada o de cubierta de camión de transporte de tropas. Deberían mantenerla así siempre, con ese aire de provisionalidad, como si estuviera defendiendo una posición que en cualquier momento puede perder.
