Esto va para deprimir a cuarentones. Uno de Yeats y otro de Pound, por ese orden. Es curioso que ambos son poemas de juventud, el de Pound se publicó cuando él tenía 31 años y el de Yeats con 27, pero los escribieron incluso más jóvenes. Los dos son crueles y certeros ante la pérdida de la juventud, pese a que estos dos poetas no habían experimentado entonces de lo que hablaban. A Yeats le preocupaba estas cosas del ubi sunt de joven mucho más que de mayor. Uno podía escribir de esas cosas a los veinte sin deprimirse, al poeta maduro le convienen más otro temas.

