Claramente es más fácil hablar de lo que uno no conoce. Las cosas vista de lejos siempre resultan más simples y fáciles de describir: basta decir es verdoso, es llano, etc… No hay nada más enmudecedor que los matices que uno encuentra al ver las cosas de cerca. Este poeta chino lo entendió bien.
Xin Qiji. China, sXIX.