Estoy leyéndome uno de esos abominables libros de divulgación ligera y me encuentro con esta estremecedora teoría sobre la evolución cultural de la especie. Perdimos nuestra nuestra Arcadia feliz y primigenia, y fuimos condenados al trabajo y encerrados en fronteras el día que descubrimos (no la manzana de la ciencia del bien y del mal, sino) la cerveza.
