Verás tú lo que tarda un videoartista en crear un artefacto con Notre Dame en llamas, no he podido evitar pensar. El incendio es estremecedor y me resulta desolador pensar que no volveré a ver esa catedral incólume, aunque hay un punto de inconfesable belleza en esa espectro flamígero devorando la aguja y expulsando violentamente del templo a las hordas de turistas que lo habían convertido en un decorado más de un París que es un parque temático inofensivo y dedicado a suplantar la ciudad donde se inventaba todo.