Hoy en la comida, una amiga gallega me habla de su abuela de Lalín, viuda prematura que tuvo que ponerse a trabajar muy joven para sacar a su familia adelante y terminó siendo la primera mujer jefa mujer de Correos en Galicia. Le pregunto si vive y me dice que tiene 98 años y está perfecta. De hecho, hace poco estuvo con ella en la peluquería y cuando le terminaron de cortar el pelo y de peinarla, se miró en el espejo y protestó: «qué mal me han dejado, me han puesto años, así parezco mucho mayor.»