En el ABC leo que Zapatero pide que haya independentistas vascos o catalanes en el consejo de ministros de España. La lógica detrás de este deseo de nuestro expresidente sería que implicándolos en el gobierno de la nación, se cambiaría de perspectiva y se superarían ciertos traumas. A lo mejor hasta le cogerían cariño a España si se les pone en el timón.
Leo en El Mundo esta otra noticia sobre Helmut Kentler, un catedrático de psicología infantil alemán, que asesoraba a los servicios sociales de Berlín, y que propuso un ensayo (el proyecto Kentler), que consistía en darles a los pederastas a niños en adopción, como terapia para despertar en ellos un instinto paternal. Como era previsible, la cosa acabó siendo una pesadilla para los niños adoptados.
Me queda claro que Kentler y Zapatero pertenecen a una misma escuela de pensamiento.